Aunque en los últimos años hayamos empezado a escuchar cada vez más sobre las proteínas, en realidad nuestro cuerpo siempre ha hecho uso de ellas. Se dice que nuestro cuerpo está formado por estas moléculas o que en muchos casos nuestro organismo funciona gracias a ellas, y es que, pueden encontrarse en nuestra piel, músculos, huesos, en nuestros órganos, en la hemoglobina que transporta oxígeno en la sangre e incluso en nuestro ADN.
Las proteínas son los cimientos que hacen que nuestro cuerpo se mantenga firme y siga funcionando cada día, por lo que son consideradas un macronutriente esencial para la vida. Las moléculas de proteína están formadas por aminoácidos y son adquiridas gracias a los alimentos que ingerimos, y la cantidad necesaria en el organismo depende esencialmente del código genético de cada persona. Todas las proteínas están compuestas por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, además de algunas que contienen azufre y fósforo.
Aminoácidos: las unidades básicas de las proteínas
Los aminoácidos son los compuestos orgánicos que se combinan para crear las proteínas, de esta forma ayudan al organismo durante el crecimiento o reparando tejidos corporales, además de representar una buena fuente de energía. Estos se componen por una molécula orgánica formada por un grupo amino y otro grupo denominado carboxilo.
Existen 20 aminoácidos que se consideran son importantes para el correcto funcionamiento del organismo, pero nuestro cuerpo puede fabricar doce de ellos, por lo que los ocho restantes denominados aminoácidos esenciales deben ser adquiridos a través de la alimentación. Es por esto que para poder asegurar el aporte correcto de estos compuestos orgánicos es necesario disfrutar de una dieta equilibrada que incluya carne, pescado y huevos.
Propiedades de las proteínas
Las proteínas tienen dos propiedades principales que permiten que ellas se mantengan y desarrollen un correcto funcionamiento, y estas son la estabilidad y la solubilidad. Con respecto a la primera, es necesario que estas moléculas se encuentren estables tanto en el medio en el que se encuentran almacenadas, como en el lugar donde ejecutan su función, todo esto para que su vida sea lo más larga posible. Por su parte, cada proteína tiene una temperatura y un pH específico y que se deben mantener para que los enlaces sean estables, esto representaría la propiedad de la solubilidad.
Pero otra propiedad secundaria de las proteínas es la especificidad, y depende de las características químicas de estas. Esto quiere decir, que de acuerdo a la estructura que cada proteína tenga, esta desempeñará una función específica en el organismo diferente a las demás.
Cantidad necesaria al día
Generalmente la recomendación de proteínas al día es de 0.8 gramos por cada kilogramo de peso corporal, o un mínimo del 15% o un máximo del 30% de las calorías totales de los alimentos que ingerimos diariamente. Pero para todas las personas no es igual, y es que, estas recomendaciones pueden variar severamente al tratarse de una persona que hace ejercicio de manera habitual e incluso si el entrenamiento deportivo es muy intenso. En el caso de estas personas que se esfuerzan al máximo los requerimientos de proteínas aumentan a entre 1.4 y 2 gramos por kilogramo de peso.
Fuentes de proteína animales
Pero al consumir diariamente las cantidades adecuadas de proteínas es importante conocer que no todas las fuentes de estas moléculas, son a priori, buenas para el organismo. Es por esto que es necesario saber que en las proteínas de origen animal podemos encontrar cierta cantidad de grasa saturada o sodio que se le agrega en el proceso de fabricación, además que influye mucho la forma en que se cocina. Según muchos expertos existen algunos alimentos con buenas fuentes de proteína animal como los pescados y mariscos, los huevos, el pollo, el yogur natural sin azúcar, entre otros.
Funciones de las proteínas en el organismo
Nuestro cuerpo construye las proteínas a partir de los aminoácidos y gracias a ello nuestro organismo puede formar tejidos, enzimas, hormonas e incluso anticuerpos. De esta forma, las proteínas forman parte indispensable en la formación y reparación de los músculos y huesos, además como enzimas pueden facilitar algunas reacciones químicas.
Existen también hormonas formadas con ayuda de las proteínas como la insulina, que influyen en el mantenimiento de los niveles óptimos de azúcar en la sangre. Además, otra de las funciones de estas es la formación de anticuerpos que luchan contra antígenos para impedir ciertas enfermedades.
