En el norte de Europa, Noruega se erige como el país más septentrional de la región escandinava, exuberante y ártica a partes iguales, un país que esconde una naturaleza increíble, en la que destacan especialmente sus fiordos. A lo largo de toda la costa este, la que da al conocido como Mar de Noruega, los acantilados se combinan con estas formaciones espectaculares que se cuelan en la tierra, dejando estampas que quitan el aliento, por lo impresionante de su naturaleza. Seguro que has visto en muchas ocasiones esos cruceros por el Norte de Europa, que nos transportan a través de estos fiordos para comprobar lo espectaculares que son.
Lo cierto es que hay mucho que ver en Noruega, tanto en sus ciudades como en sus bosques interiores, pero son los fiordos lo que de verdad llama la atención a los visitantes, y de hecho, su atracción natural más importante. Y es que no solo son cruceros, sino también numerosas excursiones las que se dedican a recorrer algunos de estos impresionantes paisajes naturales donde parece que el tiempo ose para, donde parece que todo se ha quedado congelado, nunca mejor dicho, en otro tiempo, en otra era. Los fiordos noruegos son una oportunidad única para hacer una escapada diferente, natural y distinta.
Un símbolo de Noruega, declarado Patrimonio de la Humanidad
Los fiordos noruegos, más de mil en su totalidad, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por dos motivos bastante evidentes. El primero era preservarlos, ya que son formaciones únicas que no suelen darse en ningún otro lugar ni de Europa ni del resto del planeta. Pero también estaba el interés en destacarlos como una verdadera atracción natural y conseguir que fueran mucho más conocidos para el resto del mundo. Cada vez son más los touroperadores que se interesan por llegar a estos lugares, por mostrar la naturaleza salvaje y especial que guardan, como de otro tiempo. En Noruega, estos fiordos son todo un símbolo cultural e histórico, porque representan la forma de vivir del país durante muchos siglos, con ciudades y poblaciones esparcidas por toda la costa viviendo de la pesca y la agricultura.
¿Cómo visitar estos majestuosos paisajes?
Normalmente hay dos formas de visitar los fiordos. La primera y más habitual es en barco, con cruceros que durante varios días recorren los lugares más interesantes de la costa. Es una forma bastante especial de visitar estos fiordos porque lo hacemos desde el mar y podemos cruzarlos con toda la majestuosidad que estos barcos nos lo permiten, así que son muchos los que eligen esta opción. También está la opción de viajar por carretera en la costa, con nuestro propio vehículo o con excursiones entre las principales ciudades de la costa, como Bergen. Los trenes son otra opción, así como el trasporte público, pero es menos común, por la gran cantidad de tiempo que se tarda en llegar de un sitio a otro y lo caro que suelen estar estos transportes.
Cultura y gastronomía noruega: uno de los puntos fuertes
Si te gusta la cultura noruega, todo lo que tiene que ver con los vikingos y el paganismo del norte de Europa, viajar por estas regiones será todo un gustazo, porque encontrarás prácticamente a cada paso restos de aquellas culturas, así como museos en los que la historia antigua de Noruega cobra vida. Aquí es donde la Noruega de verdad, la esencia auténtica del país, se despliega por completo. Y por supuesto, también podrás disfrutar de la desconocida gastronomía noruega, centrada en esta zona sobre todo en el pescado y el marisco. El salmón es la especialidad, el manjar más exquisito del país, pero también podrás probar la carne de reno, los deliciosos quesos noruegos o los dulces que se toman siempre como postre, una auténtica delicatesen.
Bergen: la ciudad perdida entre innumerables fiordos
Ubicada en la zona sur de la costa, la ciudad de Bergen se ha convertido sin lugar a duda en la más importante de toda esta región de Noruega, tanto por su tamaño como por su importancia. Es el puerto principal, además de tener 300.000 habitantes, que no son tantos, pero que para Noruega sí que es bastante. Entre fiordos, montañas y naturaleza, Bergen se erige orgullosa de su pasado medieval, que casi se encuentra intacto en el centro de la ciudad y en su puerto. Es una verdadera experiencia caminar por Bergen y comprobar que hay muchísimo que ver y que disfrutar, siendo la capital de los fiordos noruegos, un lugar único en el mundo en el que nos podemos dejar llevar por las tradiciones y la cultura noruega.